Teoría general
del delito
DE
MANUEL VIDAURRI ARÉCHIGA, OXFORD UNIVERSITY PRESS, MÉXICO, 2013
José Pablo
VEGA AYALA[1]
La
ciencia del Derecho penal se encuentra conformada por múltiples materias que
pretenden solucionar las interrogantes esenciales que presenta el por
antonomasia complejo Derecho penal y con ello atender a la finalidad práctica
que persigue el quehacer científico producto de la realización que se hace de
la interpretación de la ley penal. Uno de los grandes apartados que venimos
comentando es el que realiza en esta ocasión el profesor Doctor Manuel Vidaurri[2],
centrando su actividad investigadora en su nueva obra intitulada “Teoría
general del delito”. Un libro que concentra los temas de raigambre que han
preocupado a la dogmática jurídico – penal y temas novedosos como la inclusión
de la teoría del caso en el nuevo sistema acusatorio, por mencionar alguno. Una
obra que viene a demostrar la vasta experiencia y dominio del tema que
caracteriza a su autor, reflejo de la actividad cotidiana, interés y dedicación
con su disciplina de estudio.
Quienes consulten la obra,
encontraran toda la información necesaria desde las perspectivas doctrinaria,
legislativa, jurisprudencial, para reforzar lo anterior contempla una serie de
casos prácticos y actividades que sugiere el autor para lograr el cabal
entendimiento y comprensión de los elementos teóricos desarrollados.
La teoría del delito para ser
estudiada de acuerdo con nuestro sistema jurídico penal de corte romano –
germánico, analiza los elementos del delito en sus vertientes positiva y
negativa, es precisamente en esta obra donde se desglosan hasta los últimos pormenores
de los elementos estructurales del delito que son la acción, la tipicidad, la
antijuridicidad y la culpabilidad.
Bajo esta tesitura, expondremos en
breves líneas, algunos de los temas desarrollados y explicados por el autor con
gran claridad y concreción a lo largo del texto[3].
En los primeros capítulos, el autor desarrolla el sentido, los alcances y el
método de la dogmática jurídico penal; estableciendo las premisas y los
conceptos en torno a los cuales se desarrolla la teoría general del delito. Nos
presenta un breve repaso histórico de las sistemáticas de la teoría del delito,
pasando lista por la escuela clásica, el casualismo valorativo, el finalismo y
el funcionalismo con todos sus modelos sistemáticos que presentan. Con esto nos
proporciona un panorama general de los elementos del delito y una referencia
conveniente para el análisis de los subsecuentes capítulos.
De esta manera el Doctor Vidaurri
empieza desarrollando la teoría de la acción, su concepto y evolución a la luz
de las diversas sistemáticas. En contrapartida encontramos la omisión en
derecho penal, las clases de omisión y los problemas que presenta dicha
categoría en la teoría del delito. En capítulo especial nos desarrolla el tema
de la imputación objetiva del resultado que eventualmente permite atribuir la
responsabilidad a una persona determinada por el resultado de su acción,
siempre y cuando se acredite, el nexo causal entre la acción y el resultado
concreto; actividad que no siempre resulta sencilla.
Para el estudio de la tipicidad en
sus aspectos positivo y negativo, por ser un elemento que cumple funciones muy
importantes nos señala que: por un lado, es una categoría que garantiza el
principio de legalidad porque solo valiéndonos de una formula general es
posible subsumir todas las conductas con las características esenciales a la
descripción que encontramos en la ley penal, y por el otro, la tipicidad nos
sirve de referencia o indicio para los subsecuentes eslabones conformantes del
delito. Apartado en que el autor, con evidente vinculación, va desmenuzando lo
referente a las funciones, estructura, elementos y clases de tipos penales.
Incorpora también el estudio referente a los tipos dolosos e imprudentes, el
error de tipo y el caso fortuito.
Semejante actividad es la que
presenta al momento de analizar la antijuridicidad en sus aspectos generales,
proporcionando una explicación pormenorizada y completa respecto de las causas
de exclusión de la antijuridicidad, a saber: la legitima defensa, el
cumplimiento de un deber, el ejercicio legítimo de un derecho, el estado de
necesidad y el consentimiento como causas de justificación.
Para el tratamiento de la categoría
dogmática de la culpabilidad, el autor nos presenta un estudio profundo que
comprende la evolución dogmática de la culpabilidad, las teorías clásicas – por
llamarlas de algún modo – que se han ocupado sobre este aspecto; así como de
otras teorías más próximas a nuestro tiempo, producto de un Derecho penal
moderno que interactúa con otras disciplinas científicas. Nos explica a detalle
los elementos que configuran la culpabilidad a la luz de la teoría finalista en
apartados especiales y que son: a) la imputabilidad (en sus aspectos positivo y
negativo), b) el conocimiento de la antijuridicidad del hecho realizado, y c)
la exigibilidad de un comportamiento distinto.
En el desarrollo de la institución
de la tentativa de cometer el delito nos expone los elementos propios de la
misma y a partir de su definición el desarrollo de sus elementos, tipos de
tentativa, el desistimiento de cometer el delito y el fundamento sancionador de
la tentativa.
Interesantes comentarios son los que
nos proporciona al momento de explicar lo referente a la autoría y
participación, incluyendo en este apartado las consideraciones generales de la
tentativa, lo referente a la teoría del dominio del hecho con todas sus
implicaciones y elucubraciones teóricas; para el tratamiento de la
participación contempla su concepto, el fundamento de su castigo, las
modalidades de participación y la figura del encubrimiento.
Reflexiones de gran utilidad y
concreción son las que vierte respecto al tema del concurso de delitos y de
leyes, donde el autor enfatiza en las diferencias entre uno y otro tipo de
concursos en miras de comprensión didáctica meramente.
El libro en comento es un libro de
vanguardia, ya que incorpora temas de gran novedad, producto de la reforma
constitucional del 18 de junio de 2008 que vino a implementar el sistema de
justicia penal de tipo acusatorio; el Doctor Vidaurri trata de manera especial
en un capítulo dedicado a la teoría del delito y el relevante papel que viene a
desempeñar en el nuevo sistema acusatorio, a diferencia de lo que piensan
algunos que pretenden dar preminencia al terreno procesal y desprestigio a la
dogmática penal[4].
El manejo y conocimiento de la dogmática jurídico penal viene a servir ahora
más que nunca en la construcción adecuada de la denominada teoría del caso, de
esta manera el estudio de la teoría general del delito seguirá fungiendo como
herramienta imprescindible y de gran
utilidad práctica para explicar los hechos jurídicamente, desentrañar el
alcance y sentido de las instituciones penales. En palabras del autor, la
dogmática penal, en tanto gramática de lo jurídico-penal, permite precisamente
no solo establecer ese dialogo entre las partes del proceso sino que, además,
fundamenta la decisión judicial[5].
Finalmente, la obra concluye con
algunas orientaciones y lineamientos que nos ayudan a resolver casos de teoría
del delito, configuran una apreciable herramienta para la solución de casos
penales, que valiéndonos de una adecuada metodología permiten facilitarnos el
análisis, comprensión y resolución de casos prácticos.
Así pues, la obra escrita por el
jurista Manuel Vidaurri representa una aportación de incuestionable calidad y
utilidad que constituye sin lugar a dudas una extraordinaria herramienta de
referencia desarrollada en veintidós capítulos, sobre la Teoría General del
Delito; todos ellos dirigidos a nosotros (los estudiantes de los primeros cursos
de Derecho penal). Sin duda un instrumento de consulta imprescindible para los
estudiantes y profesionales del derecho.
[1] Estudiante del
Departamento de Derecho de la División de Derecho Política y Gobierno de la
Universidad de Guanajuato.
[2] Doctor en Derecho por
la Universidad de Sevilla. Profesor Investigador del Departamento de Derecho de
la División de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato. Pertenece
al Sistema Nacional de Investigadores (Nivel II) y cuenta con el perfil PROMEP.
Miembro del Cuerpo Académico: Ciencia Penal, Estado de Derecho y Derechos
Humanos.
[4] Un planteamiento en
este sentido lo desarrolla Javier Dondé Matute en: “Critica a la teoría del
delito: bases para su destrucción”, en Revista
Defensa Penal, México, mayo 2010.
[5] Vid.
Manuel Vidaurri Aréchiga, “Una recapitulación entorno a la dogmática penal,
teoría del delito y teoría del caso” en
Revista Letras Jurídicas, número 12,
México, primavera de 2011.